La
pieza nominada al premio Estrella de Mar 2018 como mejor unipersonal, relata la
historia de un hombre marginal que reclama una deuda a un interlocutor que no
está presente. La obra está dividida en ocho cuadros marcados por las
estaciones del año y en las que el protagonista padece los avatares del tiempo,
cronológico y climático, y hace que su discurso se modifique en pos de lograr
su objetivo. A medida que el tiempo pasa y éste no se logra, la pequeña deuda
se hace demasiado grande y el tiempo cósmico toma en sus manos la venganza.