El verano de 1946 comenzó lleno de promesas en materia de
espectáculos artísticos para el Teatro Auditorium. Un anuncio de la División de
Cultura y Propaganda de la Lotería de Beneficencia y Casinos -del cual dependía
la sala- informaba la continuidad del Gran Ciclo de Conciertos Sinfónicos
iniciado durante la temporada anterior bajo la dirección de renombrados
maestros, incluyendo esta vez a Luis Gianneo. También se anunciaba la presencia
de la Escuela de Baile del Teatro Colón de Buenos Aires, el Ballet Russe de Monte
Carlo, y un ciclo de conferencias a cargo de figuras como Angel Battistessa y
José León Pagano.
En ocasión del estreno original de "Pepa Doncel"
en Madrid, el diario ABC decía lo siguiente: "Arduo difícil era para una
actriz corporizar la figura de Pepa Doncel… pero cuando esta actriz es Lola
Membrives, el intento es más hacedero y
la empresa mas llana; lo consiguió rotundamente, con toda la fuerza y capacidad
expresiva de su talento y de su arte, de tan dilatados horizontes que se
pierden en la universalidad de la escena dramática".
No podría haber sido más promisorio para el nacimiento de
una sala teatral como la nuestra, el haber contado en su momento fundacional
con una eminente primera actriz y un dramaturgo consagrado con el Premio Nobel
de Literatura.
Lola Membrives volvería en enero de 1953 para presentar su
celebrada versión de "Bodas de sangre" de Federico García Lorca.