La
pieza habla sobre la pasión del coleccionismo y cómo los avatares de la vida
pueden hacer que esa pasión merme o desaparezca y que las colecciones pierdan
sentido y se desintegren. Pero siempre habrá nuevas generaciones de
coleccionistas ávidas de nutrirse de lo que las anteriores dejan y devolverle
su vida y su aura.
En
Mar del Plata, en algún momento de este siglo, un joven hambriento llega a la
guarida de un veterano coleccionista de discos de vinilo que ha resuelto
desprenderse de su tesoro. El rock es una religión demasiado masiva para
unirlos; pero, al descubrir que ambos son fanáticos de Peter Hammill, se da
entre ellos una identificación brutal, como entre miembros de una secta o una
logia secreta. La llegada del joven es también la de una versión.