La película “Un amor cerca del paraíso” se proyectará en dos funciones como estreno exclusivo en esta ciudad. Será el domingo 26 de junio a las 16.00 y 18:30 en ciclo Cine Arte Auditorium, en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium como parte de la programación organizada por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
El filme (Finlandia-China) cuenta con dirección de Mika Kaurismäki y las actuaciones de Pak Hon Chu, Anna-Maija Tuokko. Lucas Hsuan y Kari Vääanänen.
El título original, Mistari Cheng (“Maestro Cheng”) alude a la condición del protagonista. Dueño de un restorán de categoría en Shanghai, Cheng (Pak Hon Chu) ejerce su magisterio en la cocina. En la cocina de Sirkka (Anna-Maija Tuokko), mujer soltera de mediana edad, dueña de lo que podría llamarse un “comedero” en un alejado pueblito finlandés. Sin saber una palabra del idioma, el viudo Cheng (la condición de extranjero es tal vez la constante más marcada del cine de MK) llegó hasta Pohjanjoki junto a su pequeño hijo Niu Niu (Lucas Hsuan), buscando algo o a alguien. Nadie le entiende. Salchichas con salsa y puré, más el posible agregado de una ensalada, es el plato único del bar-restaurant de Sirkaa, cuyos parroquianos parecen no conocer otra comida que no sea ésa. Hasta que llega Cheng, con sus woks y sus sopas de perca recién pescada, y revoluciona el lugar. Cheng va a revolucionar también, claro, el corazón de Sirkka. Él cocina para ella, ella cumple para él y Niu Niu, y además tiene una pieza libre en su casa. El resto es de imaginar, y esa es la debilidad de Un amor cerca del paraíso, que cumple puntualmente con los pasos de distancia, acercamiento, fusión, alejamiento y reencuentro.
El ida y vuelta es tal vez el tema del opus 31 (contando films de ficción y documentales) del menor de los Kaurismäki. La maestría culinaria de Cheng le permite a Sirkka expandir su negocio, Sirkka lo ayuda a buscar al misterioso de nombre raro (un mero mcguffin para hacer progresar la trama) y a su vez endulza su condición de padre incomunicado con el hijo. La mirada del realizador hacia sus personajes es durante ese primera parte tan transparente, tan bienintencionada como sus tristones ojos azules, y la fotografía, que no se deja arrastrar por el pintoresquismo, es igualmente cristalina.
Las entradas están a la venta en la boletería del teatro y por plateanet