La
obra, dirigida por José Minuchín y protagonizada por Adrián Manes, plantea la
historia de Bandi, un hombre de clase media, dueño de una agencia de autos
usados de muy bajo valor, sin grandes metas espirituales, ni sentido optimista
de la vida. Él, al igual que muchas personas, vive su vida corriendo,
utilizando los minutos entre actividad y actividad, para moverse de un lugar a
otro, dejando en el último lugar lo emocional y lo esencial de la vida. Un día
Bandi sufre un accidente fatal yendo a jugar una final de un torneo de fútbol,
aparece en un lugar desconocido y con muy poca ropa, asume que fue asaltado y
abandonado, no recuerda cómo llego ahí, solo recuerda que salió del trabajo
camino al partido, a lo largo de esta estadía encuentra su teléfono celular,
con el cual puede comunicarse con las personas de su entorno más cercano, y
comprende que dejó de existir en el mundo real, el mundo de los vivos, y que
está en el purgatorio, cuando cae en esta nueva realidad comienza a ver
diferente su vida, intenta comunicarse desde otros lugares, no comunes en su
manera habitual, al mismo tiempo que el miedo de pasar a otro lado lo va
invadiendo.