Una
familia ensamblada y desmembrada. Una casa de campo. Un fin de semana. Los
reúne la inminente muerte del abuelo y la necesidad de resolver conflictos
vinculares. La hija regresa acompañada por una madre omnipresente en una video
llamada.
Cuando
la crisis no puede ser resuelta por la familia, interviene la ley. Esta obra
invita a reflexionar acerca de los límites de la Justicia ante ciertas
discordias familiares. ¿Hasta dónde puede y debería llegar? Ante una denuncia
de abuso a una menor: ¿Cómo saber si efectivamente sucedió? ¿Cómo proteger a la
menor que no siempre puede dar testimonio fehaciente de lo ocurrido? ¿Cómo hace
un padre y una familia para sobrellevar el estigma si la denuncia es falsa? La
Justicia debe operar con rigor por la gravedad de la demanda, paralizando la
vida de todos los involucrados. El daño es irreversible, se es culpable hasta
que se demuestre lo contrario.
La
pieza es protagonizada por Cecilia Bridi, Guadalupe López, Lucas Calamante,
Sebastián Amante y Andrea Bazar.