Sumido en la pobreza, vive en una pensión, cuya dueña lo maltrata porque no consigue reunir el dinero necesario para pagar el alquiler de su habitación. Los únicos amigos que tiene en este mundo son una joven criada y sobre todo su perro.
Bandidos en Orgosolo cuenta la historia de un pastor sardo, injustamente sospechoso de robo y homicidio, que se siente obligado a volverse un prófugo para evitar el arresto.
Se da a la fuga en compañía de su hermano menor hacia zonas áridas de la Cerdeña, y por falta de agua y pastos pierde todas las ovejas. Su desesperación lo lleva a volverse un bandido.
La película se filmó con actores no profesionales, pastores sardos.
Con dirección de Vittorio de Seta, este documental se filmó en el sur de Italia en 1960.