"PASEN Y VEAN", EL MEJOR TEATRO MARPLATENSE CON PROPUESTAS RENOVADAS EN EL AUDITORIUM

El ya consagrado ciclo "Pasen y vean" que reúne a las producciones teatrales locales más destacadas, continuará en agosto en el Teatro Auditorium con una nueva programación de obras seleccionadas que se ofrecerán al público cada sábado en la sala Gregorio Nachman.

Así los espectáculos que subirán a escena resultaron ganadores de diferentes premios, o fueron destacados por la crítica especializada tanto por su dramaturgia como por sus interpretaciones.

En agosto el ciclo ofrecerá el sábado 2 a las 21:30 "Mis hijos eran mis relatos", una obra de Franz Kafka interpretada por Federico Balderrama y dirección de Lucas Capurro.

La historia, que se desarrolla en el interior de un hospital, cuenta los últimos momentos del personaje. En ella, se alternan fragmentos de su vida con sus propios relatos; narrados con tanta pasión, que parecen ser frutos de su vida y no parte de la fantasía del escritor.

Posteriormente, el 9 subirá a escena Solonauta, el navegante de sí mismo, la magnífica pieza escrita y protagonizada por José Minuchin y dirigida por Maria Rosa Frega.

Un hombre encerrado entre cuatro paredes que se regocija de tener mucha, pero mucha plata y elige como forma de comunicación con el mundo circundante la tecnología, fenómeno que es considerado tanto enriquecedor como degradante.

El sábado 16 de agosto será el turno de Felicitas o las niñas mudas, basada en la vida de Felicitas Guerrero.

Con la actuación de Lola Moss y la dirección de Roberto Moss, la propuesta nos habla del personaje, su sensibilidad y fortaleza. La relación con su padre, y con los hombres que formaron parte de su vida. El rol de la mujer en esa época, frente a la sociedad y a sus afectos.

Para concluir el mes, el sábado 23 de agosto se podrá ver Disparate, Hecho o dicho fuerza de razón y regla, apuntes para un tratado acerca de la normalidad, absurdo a full.

La obra de Guillermo Yanícola, que desde su estreno recibiera numerosos premios, es también interpretada por Claudia Marcela Mosso.

Un matrimonio sentado a la mesa hablando permanentemente. Hablan de todo, todo el tiempo; y no dicen nada.

Una reflexión acerca de la incomunicación a pesar de la utilización permanente de la palabra. Paradójicamente, la palabra es utilizada para no comunicar, para establecer la falta de comunicación. Una vida hecha de frases hechas.