Relaciones
de poder. Lucha por tener razón. El arte y la política. Envenenamiento. Se goza
con la actuación de la muerte. La pide, la anhela. No quiere verla actuar,
quiere verla real. Hasta donde se llega por la autenticidad, por lo único.
Rozando lo sádico ante la suplica del no poder, estimulando la situación dual
perversa del que pide llegar al extremo para sentir su ser especial. Lo actuado
ante la imposibilidad del decir, la muerte y la sexualidad como íconos de lo no
dicho.
La
puesta, nominada al premio Estrella de Mar 2018 cuenta con las actuaciones de
Eduardo Liuzzi y Juan Falcone.