El lunes 22 de noviembre en el marco del Festival Internacional de Cine se proyectará What Do We See When We Look at the Sky? de Alexandre Koberidze y The Girl and the Spider de Silvan Zürcher y Ramon Zürcher. Las películas forman parte de la competencia internacional y se exhibirán en la sala Astor Piazzolla del Centro Provincial de las Artes Teatro Auditorium. Las funciones forman parte de la programación organizada por el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires.
What Do We See When We Look at the Sky? Se proyectará a las
12 y a las 19 hs, es una producción de Georgia, dirigida por Alexandre
Koberidze. En medio del alboroto en la
puerta de un jardín de infantes, luego de chocarse casualmente, Lisa y Giorgi
deciden programar una cita para conocerse más. Pero la voz omnisciente que
comienza a narrar la película tiene otros planes: le cuenta al espectador que
una especie de “ojo malvado”, mediante un acto de magia caprichoso, decide
cambiarles los rostros a los protagonistas, con lo cual les será imposible
reconocerse a partir de ese momento. Esta historia de amor maldita en la forma
de un cuento de hadas será el eje narrativo de una película que encuentra en
sus fugas imprevisibles su sentido poético.
El mismo día a las 15:30 y 18:30 se podrá ver The Girl and
the Spider. Una película alemana dirigida por Silvan Zürcher y Ramon Zürcher. En su nueva película, los
directores sacan a la luz las incomodidades, las (des)conexiones y las
relaciones que se generan cuando, a lo largo de dos días, Lisa deja el espacio
que compartía con su roommate, Mara, y se traslada a un nuevo lugar. A través
de un trabajo riguroso con el encuadre y el montaje, el director suizo
construye una coreografía de miradas y cuerpos en la que Mara, Lisa y su madre,
los encargados de la mudanza, los vecinos y hasta un perro que resiste el caos
general se cruzan y se miden, mientras alguien toca en un piano una versión
lenta y melancólica de “Voyage, Voyage”. Con su virtuosismo silencioso, The
Girl and the Spider demuestra que no hace falta demasiado espacio ni mucho
tiempo para que aquellas cosas que parecen estar en su lugar puedan detonar,
con apenas un gesto, de un momento a otro.