El Teatro Auditorium, dependiente de la Secretaria de
Cultura de la Provincia de Buenos Aires, inaugura el clásico programa "El
Teatro y la Escuela 2016" con dos obras del Teatro Nacional Cervantes:
"El Fausto Criollo" y "Los caminos invisibles".
"El Teatro y la Escuela" es un programa que
desarrolla el Auditorium orientado a vincular las propuestas artísticas y
culturales con la educación. Bajo la premisa de que la oferta
artístico-cultural para el segmento infanto-adolescente debe estar presente en
la cuadrícula educativa, el programa ya está nuevamente en marcha este año.
El "El Fausto Criollo", en una humorística versión
de Claudio Gallardou, estará dirigido a alumnos de nivel primario y se
presentará el jueves 7 y el viernes 8 de abril a las 9:30 y 14:00 hs.
El "Fausto Criollo" se presentó durante la
temporada estival con una gran repercusión del público y de la prensa
especializada. Lo cual quedó manifestado en la obtención de los premios
"Estrella de Mar" y "José María Vilches".
Con dirección de Marcos "Bicho" Gómez la obra narra como una troupe de payasos
viajará a través del país para representar la trágica historia del Doctor
Fausto. Basada en el texto del "Fausto criollo" de Estanislao del
Campo, se suma la música de la ópera de Gounod y la estructura de la obra
"Faust" de Johann Wolfgang von Goethe vista desde la poética del
clown.
Por otra parte, "Los caminos invisibles" con
dirección de Mariano Cossa, estará destinado a público de nivel inicial y
primer ciclo de primaria. Las dos únicas funciones serán el jueves 13 y viernes 14 de abril a las 9:30 y
14:00 hs.
A los largo de la obra, las actrices titiriteras Sandra
Antman y Ema Fernández Peyla en sus personajes Lunares y Rayas,
respectivamente, se encuentran en un solitario cruce de caminos. Las dos
viajeras se impiden el paso mutuamente. Provienen de mundos distintos y
enemistados: una pertenece al pueblo de las Rayas y la otra al de los Lunares.
Aunque viajan en direcciones opuestas, en su enfrentamiento, algunas de sus
pertenencias se mezclan y de esta mezcla de objetos surge inesperadamente un
personaje -simpático, ingenioso y un tanto irreverente- que dice llamarse Pepo.