TEATRO PARA LOS MÁS CHIQUITOS

A partir del primer domingo de abril el Teatro Auditorium volverá a presentar su ciclo de espectáculos infantiles titulado "Domingos Chiquititos", que cada fin de semana pondrá en escena en la sala Gregorio Nachman, una producción teatral o musical para los más pequeños de la casa y la familia.

El domingo 6 de abril a las 16 se presentará "Primos hermanos Paf!", un espectáculo con más de 20 años de trayectoria y de recreación colectiva para toda la familia.

Es así que los intérpretes  se encuentran para recordar y revivir su propia historia, y en este marco, recorren diferentes momentos de su carrera pasando por la historia del Teatro del Pueblo, Leónidas Barletta, Roberto Arlt y los artistas de la gloriosa década del 20, recordaran los grandes dúos cómicos del teatro y del cine argentino y mundial.

Se detendrán en lecciones didácticas y pedagógicas en las cuales el arte callejero y el uso de los espacios públicos se pondrán en discusión,
el arte y el artista de estos tiempos y el rol que ocupan los jóvenes en la sociedad, como así también los usos de la televisión y los medios masivos de comunicación.

"Primos hermanos Paf!" es interpretado por Pablo Guzzo, Gonzalo Funes, José Manuel Munuera en música y los textos de Federico Polleri.

DOMINGO EN EL AUDITORIUM CON CINE ARTE

Con una cuidada selección de films, abril marcará el reinicio del ciclo de Cine Arte en el Teatro Auditorium, que esta temporada 2014 se presentará cada domingo en dos funciones, a las 16 y 18 en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium.

Para comenzar el año de proyecciones, el domingo 6 de abril se exhibirá "La parte de los ángeles", una producción conjunta del 2012 del Reino Unido, Francia, Bélgica e Italia con dirección de Ken Loach y un elenco conformado por Paul Brannigan, John Henshaw, Gary Maitland, Siobhan Reilly, Jasmin Riggins.

Comienza en el adusto ambiente de una sala de audiencias, con un juez que pasa revista a las fechorías de un grupo de infractores a la ley y distribuye penas según la calidad de las faltas cometidas. Los acusados son todos jóvenes, por lo general víctimas del desempleo, sin futuro alentador a la vista.  Estamos, como se ve, en el mundo de Ken Loach, entre losexcluidos del sistema, los que siempre han pasado inadvertidos por la declamada igualdad de oportunidades.

Pero el cine comprometido con lo social del laureado director inglés -aquí más optimista que nunca- ha elegido esta vez un tono más liviano, próximo a la comedia y, tal vez, a la fábula.

Del clima severo del ámbito judicial del comienzo se llegará a las sonrisas esperanzadas del final. En el camino hacia esa esperanza (y a la redención del protagonista) habrá un invitado sorpresa: el whisky.