¡QUÉ VIVA LA MAJA! SAINETE LÍRICO ESPAÑOL

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires presenta el sainete lírico español "¡Qué viva la maja!".  La función será el sábado 24 de agosto a las 21 h en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium, en adhesión a los 100 años de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata.


De carácter cómico, "¡Que viva la Maja!", es un sainete lírico español  ideado, escrito y dirigido por el tenor ecuatoriano Juan Borja. Cuenta con los solistas, integrantes del Teatro Colón de Buenos Aires, en los roles principales: Laura Borja, María José Dulin, Luca Miño y Lídice Robinson. Estarán acompañados por una orquesta de piano y cuerdas, la compañía de danza Flamenca "Mora Triana", el coro dirigido por Graciela Véspoli y la dirección musical del Mo Cesar Tello.

El espectáculo está enmarcado en un guión teatral que enlaza diversos fragmentos de las zarzuelas más famosas, la música de "El niño Judío", "El Trust de los Tenorios", "La del Soto del Parral",  "Las hijas de Zebedeo", "Doña Francisquita", "La Verbena de la Paloma", "El Huésped del Sevillano", "El barberillo de Lavapies", "Luisa Fernanda" y otras más. Juan Borja sitúa al espectador en la  España goyesca donde un pintor se propone capturar en el lienzo la singular belleza de una maja... totalmente desnuda.

Al frente del elenco, se encuentra la soprano como la Maja (Duquesa) a punto de desnudarse, el barítono como nuestro valiente Pintor, la mezzosoprano como la pintoresca Candelita y el tenor como el noblérrimo don Fermín, a quien el cuadro no le gusta para nada. Una trama que no es otra cosa que un pretexto, un marco festivo y alegre para entonar y bailar los más célebres fragmentos de la zarzuela y del repertorio lírico español.

"UN TANGO PARA BACH" DE HUGO PONCE

El sábado 24 de agosto a las 21.30 h subirá a escena el unipersonal "Un tango para Bach" de Hugo Ponce. La función tendrá lugar en la sala Gregorio Nachman del Teatro Auditorium, presentada por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.


En el final de su vida, Johann Sebastian Bach recibe en sueños la visita de una musa tanguera (un títere de tamaño natural) que lo lleva en vuelo onírico a un conventillo en el Buenos Aires de los años 30, más precisamente el 24 de junio de 1935, el día en que murió Gardel. El universo del tango, sus quimeras y arquetipos, envuelven al Kantor de Leipzig y lo subyugan. Bach reconoce giros tangueros en las melodías de algunas de sus suites y cantatas, y por momentos no sabe si lo que observa a lo lejos es el Weiße Elster o el Río de La Plata. En su pequeña habitación de alquiler, el viejo maestro abraza un bandoneón, canta tangos de Gardel, Manzi, Di Sarli, Discépolo, Piazzolla, que mezcla con arias y recitativos de sus propias cantatas y pasiones.

Durante la obra se interpretarán tangos y milongas de distintos autores, así como arias y recitados para tenor de Bach, Haendel y Monteverdi. La obra participó de giras y festivales en Tenerife, Granada, Málaga y Barcelona.