Continúa el 36° Festival Internacional de Cine

El lunes 22  de noviembre en el marco del Festival Internacional de Cine se proyectará What Do We See When We Look at the Sky? de Alexandre Koberidze y The Girl and the Spider de Silvan Zürcher y  Ramon Zürcher. Las películas forman parte de la competencia internacional y se exhibirán en la sala Astor Piazzolla del Centro Provincial de las Artes Teatro Auditorium. Las funciones forman parte de la programación organizada por el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires. 

What Do We See When We Look at the Sky? Se proyectará a las 12 y a las 19 hs, es una producción de Georgia, dirigida por Alexandre Koberidze.  En medio del alboroto en la puerta de un jardín de infantes, luego de chocarse casualmente, Lisa y Giorgi deciden programar una cita para conocerse más. Pero la voz omnisciente que comienza a narrar la película tiene otros planes: le cuenta al espectador que una especie de “ojo malvado”, mediante un acto de magia caprichoso, decide cambiarles los rostros a los protagonistas, con lo cual les será imposible reconocerse a partir de ese momento. Esta historia de amor maldita en la forma de un cuento de hadas será el eje narrativo de una película que encuentra en sus fugas imprevisibles su sentido poético.



El mismo día a las 15:30 y 18:30 se podrá ver The Girl and the Spider. Una película alemana dirigida por Silvan Zürcher y  Ramon Zürcher. En su nueva película, los directores sacan a la luz las incomodidades, las (des)conexiones y las relaciones que se generan cuando, a lo largo de dos días, Lisa deja el espacio que compartía con su roommate, Mara, y se traslada a un nuevo lugar. A través de un trabajo riguroso con el encuadre y el montaje, el director suizo construye una coreografía de miradas y cuerpos en la que Mara, Lisa y su madre, los encargados de la mudanza, los vecinos y hasta un perro que resiste el caos general se cruzan y se miden, mientras alguien toca en un piano una versión lenta y melancólica de “Voyage, Voyage”. Con su virtuosismo silencioso, The Girl and the Spider demuestra que no hace falta demasiado espacio ni mucho tiempo para que aquellas cosas que parecen estar en su lugar puedan detonar, con apenas un gesto, de un momento a otro.